La primera vez que comí ¨calabaza espaguetti¨ o spaghetti squash fue en un restaurant en EEUU, como acompañamiento de carne, estaba especiada, y con manteca. Muy suave, me encantó.
Pero no sé si no presté suficiente atención en el supermercado, me costó encontrarla y me olvidé.
Hasta este invierno. El primer paso es saber cómo cocinarla y ya vendrán más recetas.
Abajo verán dos fotos de cómo es cortada, tiene la textura de un melón, pero no tan jugoso. La cortamos a lo largo, por la mitad y quitamos una rodajita en ambos extremos de cada media parte.
Quitamos las semillas completamente con una cuchara o cuchillo filoso. Luego le pasamos aceite de oliva en toda la superficie (interior) con un pincel y salpimentamos. Yo usé un condimento que reemplaza a la sal y es una mezcla de especias.
La ponemos en una fuente de horno, con la cáscara hacia arriba.
Recomendación: poner debajo un papel de horno antiadherente porque verán que empieza a largar jugo. Ponemos al horno, a 480o F, o sea, un poco más que medio.
Dejamos cocinar por unos 40min. Así quedó mi calabaza, y al pincharla se siente blanda bajo la cáscara.
Arriba ven cómo salió jugo y se esparció en la asadera.
Dejamos entibiar, y con un tenedor vamos raspando el interior. Es muy divertido porque van saliendo fibras como ¨fideos¨. Ponemos en un recipiente, agregamos condimento si lo desean, y servimos como guarnición caliente. En la primera foto, está junto a arroz jazmín blanco.