Este año estoy de estreno de un cacharro nuevo, se trata de una ¨clay pot¨ o vasija de cerámica o terracotta, y les diré la marca no por hacer propaganda, sino para que los lectores de EEUU me entiendan, ya que ésta no es necesario curarla, se llama Romertopf, y si bien se venden en serie, la verdad lo que más me atrajo fueron esos relieves falsos arqueológicos, en fin, siento que he vendido mi alma al diablo, porque sé muy bien que es falso....
Cuando la compré, mi marido me discutía que era una maceta, y mi hija menor la llamó despectivamente ¨esa olla de planta.¨
También compré un librito,¨The best of clay pot cooking,¨ pero no hay nada que pueda sorprenderme, una vez que he cocinado en crock pot y papillote, son variantes de recetas conocidas.
Sin embargo, no estaba segura de cuánto líquido requeriría.
Como decía de las Romertopf, yo sólo la lavé y antes de usarla la sumergí -incluída la tapa- como mínimo media hora en agua, porque la cerámica debe embeberse en líquido.
Una vez que están los ingredientes preparados, se saca del agua y se seca rápidamente como para que no chorree.
Engrasamos las paredes interiores de la vasija con un cepillado de aceite o, yo simplemente corté grasa de cerdo del corte que cocinaría, ¨boneless pork shoulder¨, en tiras. Traducido, tiras de cerdo sin hueso, éstas traen vetas de grasa.
Y luego, súper sencillo con lo que tenía en la heladera luego de las fiestas (poco), hice una salsa con mínimos vegetales: perejil picado (bastante, me encanta fresco), ajo en polvo, cebollas de verdeo, tomate de viña cortado, todo esto sobre el cerdo, sal, y arriba unos chorritos de salsa teriyaki.
Se ubica la tapa de la clay pot y se pone en horno FRÍO a 400o F (temperatura bien baja) y allí se deja por una hora, a verificar según el corte de carne.
No sabía entonces de cuánto líquido debiera disponer, pues es más que la crock pot, menos que el horno, no tuve otra opción que destapar a media cocción (la cocción total es aprox. una hora) y verificar el líquido; le agregué agua, extra teriyaki, y luego ví que me pasé, pero no importa, ya le ¨tomaré la mano¨.
Las papitas las cociné aparte, porque bien imaginé que el tiempo de cocción en vasija no es el mismo que al horno, y no quería papas crudas, así que las puse debajo, en otra fuente, aceitadas, con sal, paprika, chili powder y aceite.
Pueden ver que salió más líquido del que esperaba, pero no hubo inconveniente, salvo por la salsa que podría haber salido más oscura y espesa. El sabor, muy rico, y mi marido preguntó, al fin de cuentas qué diferencia le veía a la crock pot, clay pot y el horno.
Lo miré sorprendida, y con cara de ¨vos no entendés nada,¨ le pregunté, ¨¿no te diste cuenta que el sabor es distinto?¨ A lo que respondió que él no sabía si eran ¨las plantas que yo le había agregado.¨ (Tradúzcase, perejil).
En el horno, las carnes quedan más crujientes pero con más grasa, por supuesto, la cocción es más rápida.
En crock pot, queda muy tierna pero no se dora, la cocción tarda de 4 hs en adelante.
Con clay pot, el sabor cambia con respecto a la crock pot, es más rico (la crock pot tiene un recipiente de Aluminio), pero tiene la desventaja del tiempo de inmersión y no podemos olvidarnos que la tenemos en el horno.
Ventajas y desventajas, resultó delicioso y tierno también.