Dr. Alberto Cormillot. Foto de Guillermo Monteleone
No sé si el Dr.Alberto Cormillot con sus 50 años de carrera es conocido fuera de Argentina, pero en nuestro país, es un clásico de la dieta.
Corrían los ´80 y yo tenía una compañera de estudios que empezó la dieta de Cormillot para perder unos diez kilos. Me explicó que debía comer cada dos horas, comidas de muy bajo contenido calórico para que su organismo queme más calorías al ingerirlas, es decir, en la operación, restaba calorías. Recuerdo que desayunaba poco, a las 10AM debía tomar un café sin azúcar (o té o agua) con una manzana, a las 12 almorzaba, y así hasta la cena. El problema: salir de clase, los exámenes, más de una vez se le pasaba la hora y luego tenía hambre. Sin embargo, adelgazaba, para luego recuperar todos sus kilos cuando perdía el hábito.
Porque, de eso se trata: de un hábito alimenticio, dentro de nuestras posibilidades y con la familia y amigos que apoyen al que hace dieta. Las tentaciones son muy fuertes, y se necesita un buen estado anímico, y fuerza de voluntad para lograr los objetivos.
La cuestión psicológica, Cormillot la descarta como causa de la obesidad. Lo cual entiendo debe tomarse literalmente en el contexto de la entrevista, hay trastornos alimenticios por depresión, nerviosismo.... Pero, yo no soy quién para opinar, salvo por mis propias experiencias.
Daniel Lambert. Pintura en óleo, SXIX, Inglaterra
Pintura de Jenny Saville inspirada en la obesidad humana.
Una de las famosas pinturas de Fernando Botero
Con respecto a la obesidad en EEUU, pues sí la hay, asombroso para quienes vienen de Sudamérica. Consideremos que el norteamericano tipo tiene un físico mucho más grande que el nuestro, empezando por la altura; es cierto que las porciones son muy grandes, la National Geographic ha publicado un artículo mostrando los aumentos en las porciones a medida que pasan los años, y preguntan ¨¿Cuál es la verdadera medida de una porción?¨
Voy a transcribir sólo algunos párrafos más interesentas para este blog, y dejaré el link para quienes quieran leerlo por completo. Desconocía que el doctor tenía un reality show, que nunca he visto ni veré -odio las novelas lacrimógenas y los reality-, lo cual me hace pensar que está inmerso en el comercio y que nuestra TV es cada vez más inculta.
-¿Era gordo?
-No, pero cuando salí del Liceo Naval empecé a comer mucho más, ya que en el colegio se comía poco y se hacía mucho ejercicio. Llegué primero a los 80 kilos, después a los 90 y casi hasta los 100. Cuando empecé a trabajar en televisión bajé y ahora hace mucho que peso 72,5 kg.
-¿Cuándo la comida se volvió el centro de su vida?
-Antes de recibirme de médico clínico ya sabía que iba a trabajar con la obesidad. Un doctor uruguayo me explicó algunas cosas y me conectó con la medicina psicosomática. Era un concepto que no se usaba en ese momento en la Facultad. El libro que me recomendó [Medicina psicosomática, de Edward Weiss y Spurgeon English] se sigue usando y después se lo pasé a mi hijo [el doctor Adrián Cormillot]. Me interesaba investigar cómo hacer para que la gente y los grupos sociales modificaran sus conductas.
-¿Cuál es el eje?
-El eje es la psicología. En esa época en la Facultad enseñaban que la gente estaba o normal o loca. No había depresión, tristeza, ira, aburrimiento. Estaban los normales y los locos. El manejo de las personas gordas era todo con pastillas y preparados, sólo que en esa época las daban los endocrinólogos. Laxantes, diuréticos, anfetaminas que te mataban. Aunque pasaron 50 años, hoy se sigue dando lo mismo, tanto es así que la Argentina es el primer país importador de anfetamina para adelgazar per cápita.
-¿La obesidad tiene que ver con un tema psicológico?
-No, en ese momento yo lo estudié para la comprensión de la obesidad, no como la causa. La causa tiene cero de psicología. Ceros absolutos. La obesidad se debe a una combinación de genes (algunos tienen más predisposición que otros) y al tipo de alimentación que se lleva. También por el cambio en los últimos sesenta años en la reducción del movimiento a partir del confort, los electrodomésticos, la televisión, el celular, el microondas y la industria de la alimentación. Desde que hay un supermercado y una heladera, ya no hay que ir a comprar todos los días. Se terminó la comida casera y la tercerizada tiene más grasa, más azúcar, más sal y, además, las porciones son más grandes.
-¿Hace 50 años no había gordos?
-Muchos menos, posiblemente cuatro veces menos.
-¿Cómo hacer dieta y no pensar en la comida?
-A la gente le funciona cuando tiene un para qué hacer la dieta. Tiene un sentido para dejar de comer algo rico. Porque usa su cuerpo para hacer otra cosa que le resulta tan placentero o más que comer. Después el tema está en comer varias veces por día y darse los gustos, pero en cantidades y frecuencias distintas a las de antes. No prohibirse nada. Y hacer descensos lentos. Si hoy bajara el diablo y me hiciera firmar para que toda la gente bajara 300 gramos por semana, y lograra que esa gente se quedara contenta, yo le vendería mi alma, firmaría el contrato. Es 1,200 kg por mes, catorce kilos en un año, veintiséis en dos años. La mayoría de la gente queda flaca.
-¿Entonces se puede adelgazar sin hacer dieta?
-No, se puede adelgazar con una dieta moderada. Con lo que no se puede adelgazar es con una dieta estricta, porque eso inevitablemente te lleva al fracaso. Uno está torciendo una tendencia biológica que es estar gordo.
-¿Cómo es eso?
-Cuando se instaló el consumo de grasas, hidratos de carbono refinados (azúcar y harinas) y sal, se alteró un centro de regulación del peso. Y una vez que se instala, se vuelve crónico. Hay que convivir con ello y aprender a manejarlo. Se puede tener tentaciones, pero disminuyen dándose gustos. Siempre en menor cantidad que antes.
-¿Qué diferencia hay entre el sobrepeso de la Argentina y el de Estados Unidos?
-Sólo que allá hay más cantidad de gordos y son más gordos porque empezaron a comer comida rápida y gaseosas antes que nosotros.
-¿Cómo comemos los argentinos?
-Mal. Por eso una de cada cuatro mujeres tiene colesterol; una de cada cinco tiene anemia; el 30% de la población es hipertensa; el 53% es obesa, y el 9% es diabética.
-¿Cuándo se considera sobrepeso?
-A partir de un índice de masa corporal de más de 35kg/m2. Cuando tenés ocho o diez kilos de más. La mitad de la población tiene ese sobrepeso.
-¿Cuál es el país más flaco y mejor alimentado?
-Corea, después Japón.
-¿Dieta es igual a comer sano?
-Significa estilo de vida. Es un conjunto de cosas, pero la gente lo toma como para adelgazar. Hay dietas para diabéticos, para celíacos...
-¿Si no quiero engordar, como sano y listo?
-No, además tenés que moverte. O tener unos genes fenomenales como los de los que comen mucho y no engordan.
Lea la entrevista a Cormillot por Sabrina Cuculiansky: